Este blog pretende ser el estetoscopio con el que auscultar lo que nos pasa. Lo advertía Ortega y Gasset cuando decía que lo que nos pasa a los españoles es que no sabemos lo que nos pasa. Despojado del falso ropaje de lo politicamente correcto, voy a auscultar, a pecho descubierto, cuanto acontece. Al hilo de la realidad percibida expondré ideas, opiniones o comentarios que deseo compartir o contraponer con los lectores. Vamos a intentar, entre todos, saber lo que nos pasa. Si estáis de acuerdo con este propósito bienvenidos a este foro que, desde ya, tambien es vuestro. Jesús Berzosa González.

sábado, 21 de enero de 2012

SORAYA SÁENZ DE SANTAMARÍA

Llegó por sorpresa a la portavocía del grupo parlamentario popular en el congreso y sorprendió. Nadie esperaba que  semejante responsabilidad recayera en su persona y fueron muchos los que dudaron de su carácter y capacidad de liderazgo para semejante misión. Pero pronto se prodigó en interpelaciones parlamentarias con las que se ganó el fervor de sus correligionarios. La insolencia con la que se manifestaba era el contrapunto de una mujer joven y aparentemente frágil. Sus palabras eran como un  pellizco de monja que impactaba en las lánguidas posaderas de una María Teresa Fernández de la Vega atornillada a los cargos. Fue tan pertinaz en sus ataques que la vice de casi todo acabó saliendo del gobierno.
Con la convocatoria de las elecciones y la llegada al gobierno del Partido Popular ya nadie dudaba que estuviera llamada a ocupar puestos de responsabilidad en el gobierno de Mariano Rajoy. En efecto, pocas mujeres jóvenes, por no decir ninguna, han acaparado tanto poder político en la reciente historia de nuestra democracia. La general admiración que hoy despierta pronto se convertirá, con el ejercicio de las responsabilidades, en un sentimiento dual. La portavocía del gobierno de un país sumido en una profunda depresión económica como el nuestro es un potro de tortura no deseable ni para el mayor enemigo. La expresión gestual, mojándose continuamente los labios con la punta de la lengua, en la rueda de prensa celebrada el pasado 30 de diciembre denotaba nerviosismo. Era la primera rueda de prensa y además se sentía portadora de malas y contradictorias noticias para unos ciudadanos a los que hacía muy poco tiempo había pedido su voto y su confianza. Quedan muchas ruedas de prensa por hacer, bastantes explicaciones que dar y algunas malas noticias por comunicar. Pero tiene demostrado arrojo y firmeza de carácter y ello invita a pensar que no se va a arredrar. Ella sabe mejor que nadie que su destino, como el de los grandes toreros, es salir por la puerta grande o camino de la enfermería.
* Foto extraída de www.heraldo.es

viernes, 13 de enero de 2012

RECORTES EN LA TELEVISIÓN AUTONÓMICA

Es evidente que la crisis económica no respeta ningún lugar por recóndito que éste sea. Como no podía ser de otro modo ha llegado, y de qué manera, a los medios de comunicación. La causa no es otra que el hundimiento de la publicidad que, sin embargo, parece aún no haber tocado fondo. Desasistidos de la misma, muchos de ellos se encuentran a merced de los presupuestos o de las subvenciones gubernamentales para seguir subsistiendo. No resulta extraño que en estas circunstancias la libertad de expresión se torne medrosa. Cierto es que algunos de ellos, como ocurre con la televisiones autonómicas en los que información y opinión se entremezclan y confunden, nacieron para ser correas de transmisión de los partidos gobernantes pero otros, empequeñecidos por las dificultades económicas, han arrumbado la siempre deseable objetividad e imparcialidad para perseguir idéntico fin. Así, resulta patético contemplar o escuchar al sectarismo rampante que con altas dosis de histrionismo parece dominar o invadir las tertulias sobre la actualidad política y en las que pretendiendo ofrecer una imagen de pluralidad que no es tal alguien, casi siempre los mismos, se prestan a hacer de punching para recibir los golpes dialécticos de la mayoría.
Llegados a este punto se podrá decir que siempre es posible cambiar de canal o dial e incluso apagar la radio o la televisión. Pero, quid pro quo, también sería deseable no desconocer que  espectáculos de este jaez se financian con el dinero de los contribuyentes. Hace apenas seis meses El País publicaba una información según la cual cada hogar español desembolsó 110 euros en 2009 para mantener las televisiones autonómicas y 34 para sostener a TVE.
En estos momentos en los que las CCAA han emprendido una alocada carrera por reducir el déficit arremetiendo contra  funcionarios y empleados públicos queda por saber si emplearán el mismo ímpetu contra las televisiones autonómicas de las que se dice acumulan  una deuda de 1.400 millones de euros.
Ciertamente este no es el caso de la Comunidad de Castilla y León que, como se sabe, es de las pocas Comunidades junto con Rioja y Cantabria que carecen de televisión autonómica, pero ello no ha sido óbice para  que nuestra Comunidad haya cerrado el tercer trimestre del pasado año con una deuda de 5.000 millones de euros. Ahora, cuando el gobierno de la Junta,  en  el marco de una política de recortes y subida de impuestos, pretende recaudar 140 millones a través del “céntimo sanitario”, restaurar el impuesto sobre patrimonio y congelar el salario de los empleados públicos ampliando su jornada laboral convendría se cuestionara si es asumible y razonable los 25 millones que euros que anualmente concede a la televisión privada de esta Comunidad.  
* Foto extraída de www.periodistadigital.com

jueves, 5 de enero de 2012

¿¿¿POR QUÉ LA ZEJATERA CARMEN VELA???

Todos los niños que en el mundo han sido han preguntado siempre el porqué de las cosas. A medida que nos hacemos adultos nos interrogamos menos. Quizás porque damos muchas cosas por sabidas o simplemente porque preferimos no preguntarnos el porqué de las mismas.
Superada con éxito la digestión de las viandas propias de la época he decidido, en los albores del año que recién comienza y que preludian las fiestas de los Reyes Magos, retrotraerme a la etapa de la niñez para preguntarme el porqué de algunas cuestiones relacionadas con cosas que  suceden. Así, por ejemplo, ¿Por qué acontecimientos deportivos importantes en este país, como determinados partidos de fútbol, dejan desertizadas las tan a menudo abarrotadas  salas de espera de las urgencias hospitalarias? ¿Por qué?
¿Por qué, a veces, los psiquiatras resultan ser los mejores defensores de personas acusadas de delitos repugnantes? ¿Por qué?
¿Por qué algunos restaurantes anuncian el precio del menú sin incluir el IVA? ¿Por qué? En este mismo sentido, ¿por qué en algunos establecimientos se pregunta si se incluye o no el IVA en la factura? ¿Por qué?
¿Por qué, y esto es algo de lo que oiremos hablar con ocasión de los congresos nacionales del PP Y PSOE, los que están fuera de lo órganos de dirección hablan de la necesidad de renovar personas y cuando acceden a los mismos dicen que de lo que se trata es de renovar ideas o proyectos. ¿Por qué?
¿Por qué la derecha de este país cuando llega al gobierno se olvida del pasado, incluso del más reciente, mientras la izquierda recurre a la memoria para devolvernos al mismo?
¿Por qué?
¿Por qué en la democracia los presidentes del gobierno, salvo honrosas excepciones, han considerado al Ministerio de Sanidad, con o sin transferencias, como un ministerio menor cuando la sanidad es un pilar básico del estado de bienestar?  ¿Por qué?
¿Por qué cuando el Sr. Urdangarín, duque de Palma  y yerno del Rey, aparece en los medios de comunicación relacionado con la corrupción sus señorías aplauden enfervorizadas al Rey Juan Carlos en el Congreso? ¿Por qué?
¿Por qué son tantos los que anuncian que saldremos de la crisis y tan pocos, por no decir ninguno, quienes digan cuándo y cómo saldremos de la misma? ¿Por qué?
¿Por qué algunos expertos en economía que se habían manifestado en contra de la subida de impuestos encontraron su camino de Damasco la noche del viernes 30 de diciembre? ¿Por qué?
¿Por qué el previsible Rajoy ha decidido innovar aceptando el nombramiento de la filozapaterista y zejatera Carmen Vela como Secretaria de Estado? ¿Por qué?
Y por último, ¿por qué me hago estas preguntas cuando  sé bien que no soy un niño e incluso, de algunas de ellas, hasta sé la respuesta? ¿Por qué me interrogo? ¿Por qué?
* Foto extraída de www.lmkshow.com

domingo, 1 de enero de 2012

MAL EMPEZAMOS

Es evidente que las medidas acordadas en el consejo de ministros del pasado día 30 han estado mal planteadas tanto en el fondo como en la forma.
En el fondo porque la subida de impuestos no solo es un grave incumplimiento de un compromiso electoral, sino también una enmienda a la totalidad de la filosofía política que, en materia económica, había venido defendiendo el Partido Popular desde la década de los noventa. Como si se tratara de un mantra el PP sostenía, hasta antes de ayer, que en cualquier circunstancia y especialmente en tiempos de crisis el dinero está mejor en el bolsillo de los contribuyentes.
Una contradicción de esta naturaleza no se puede explicar por la existencia de un déficit no previsto, máxime cuando alguno de los actuales ministros ya habían anunciado que el gobierno de Zapatero mentía y que el déficit sería mayor (el informe FUNCAS así lo señalaba) y cuando además el Partido Popular estaba al corriente, desde mayo último,  del déficit que acumulaban la mayoría de la Comunidades Autónomas por él gobernadas. A ello habría que añadir que fue el propio Rajoy quien, en el discurso de investidura, afirmó que no culparía al ejecutivo saliente de las medidas que tuviera que tomar.
Es sencillamente una excusa de mal pagador como lo es afirmar que tiene un carácter temporal porque, ya se sabe, que la temporalidad en este país tiene muchas veces vocación de permanencia.
Así las cosas, no resulta extraño que también fallaran las formas. Nada menos que cuatro ministros necesitaron más de hora y media para explicar lo inexplicable. La imagen que ofrecieron se acercaba más a un gobierno gastado ya por la crisis que a un gobierno recién salido de las urnas. Y es que no se trata, como se cree, de comunicar o explicar más o menos bien lo que se hace porque el problema, lo sabe bien Zapatero, no reside tanto en la comunicación cómo y sobre todo en la contradicción entre lo que se dice y se hace, especialmente si esa contradicción se expresa en el bolsillo de los contribuyentes.
Decía Sáez de Santamaría que las medidas adoptadas son el inicio del inicio, una especie de stress test a la clase media, pero también pueden ser el inicio del final. En campaña electoral lo había advertido González Pons, hoy fuera de la escena política, cuando afirmaba que subir impuestos sería una puñalada trapera para las clases medias. El PP debería saber que fueron las clases medias las que fundamentalmente le votaron, no tanto por el entusiasmo que el PP despertaba, sino y sobre todo para echar al gobierno anterior.
El  PP tiene la mayoría suficiente y legítima para gobernar pero la confianza se la tiene que ganar día a día. No cabe duda que el gobierno de Rajoy ha perdido crédito entre la ciudadanía con las medidas adoptadas. Cuatro años en estas circunstancias pueden hacerse demasiado largos, especialmente si los frutos de esas medidas se hacen esperar.
* Foto extraída de www.20minutos.es