Del déficit que no para de aumentar,
De la prima de riesgo que no sabemos hasta donde y hasta cuando seguirá creciendo.
De la amenaza permanente de intervención, como si de hecho no estuviéramos ya intervenidos, a que estamos sometidos por los mercados internacionales, el fondo monetario internacional, el banco central europeo, la Unión Europea y la Sra. Merkel.
De los pronósticos agoreros de Krugman, Hollande y de las agencias internacionales de evaluación como Fitch, Moody´s, y Standar & Poo´rs que no hacen sino contribuir al desprestigio internacional de España en el que estamos sumidos (agresión a intereses españoles en Argentina, Colombia, Gibraltar, secuestro de cooperantes españoles y barcos pesqueros).
De la huida de las inversiones extranjeras. Y de los 700 millones de euros al día que, según la banca de inversión, están saliendo de España con destino a Alemania.
Estamos dolorosamente hartos de la crisis social y de valores en la que España se encuentra.
De la corrupción que todo lo invade; de la casa real abajo ningún estamento o clase social parece libre de la misma.
De la dilapidación y malversación de fondos públicos con la permisividad de la Intervención General del Estado presente en todas las administraciones
Del expolio, hasta ahora impune, a que han sido sometidas las cajas de ahorro.
De los contratos blindados y de alta dirección a costa del erario público.
De los representantes de CEE y CEPYME que no satisfechos con una reforma laboral hecha a su medida siembran, desde sus altavoces mediáticos, inquietud y zozobra entre funcionarios y pensionistas.
Y de que las pensiones sean objeto de políticas partidistas con fines electorales.
Estamos dolorosamente hartos de un país sumido en la desesperanza que parece haber dejado de creer en su propio destino.
De un país que está sometiendo a los funcionarios públicos a un acoso salarial para enjugar un déficit que no han creado.
De que la generación que propició el desarrollo y bienestar en España contemple ahora a sus hijos en el paro sin perspectivas de futuro, el estado de bienestar hecho unos zorros y sus pensiones en el alero.
De un país que no es competitivo en el mundo al haber dedicado ingentes fondos públicos a la subvención en lugar de la inversión.
De un país con una democracia poco o nada participativa donde los únicos cargos que se renuevan son los de presidente de la comunidad de vecinos.
De que PP Y PSOE no lleven a cabo la reforma más importante y que España más necesita, como es la reforma del Estado.
De que en esta difícil coyuntura, la confrontación política prevalezca sobre el interés general de los españoles en superar la crisis.
Estamos en fin, dolorosamente hartos de……..estar hartos.