Este blog pretende ser el estetoscopio con el que auscultar lo que nos pasa. Lo advertía Ortega y Gasset cuando decía que lo que nos pasa a los españoles es que no sabemos lo que nos pasa. Despojado del falso ropaje de lo politicamente correcto, voy a auscultar, a pecho descubierto, cuanto acontece. Al hilo de la realidad percibida expondré ideas, opiniones o comentarios que deseo compartir o contraponer con los lectores. Vamos a intentar, entre todos, saber lo que nos pasa. Si estáis de acuerdo con este propósito bienvenidos a este foro que, desde ya, tambien es vuestro. Jesús Berzosa González.

domingo, 16 de octubre de 2011

CAMPAÑA ELECTORAL

No parece, por el momento, que la campaña electoral que se avecina vaya a despertar el mismo interés que otras campañas que precedieron a unas elecciones generales. A ello contribuyen algunas circunstancias que envuelven a la precampaña en la que nos encontramos. En este sentido es obligado referirse a las encuestas las encuestas que de forma reiterada vaticinan una clara victoria del Partido Popular. La ausencia de incertidumbre en el resultado electoral no deja de ser un elemento desmotivador. A ello hay que añadir que, según el CIS, el porcentaje de indecisos, entendiendo como tales a los electores que ni tienen decidido el voto o se niegan a declarar el sentido del mismo, es del 16,7% (julio 2011) frente al 26,7% (enero 2008). Lo cual demuestra que hay ya  un porcentaje importante de voto decidido.
Otra de las circunstancias que rodea la actual precampaña es la falta de credibilidad y confianza en la clase política. Nunca como hasta ahora, la encuesta CIS así lo revela, la clase política había recibido una valoración tan negativa hasta convertirse en uno de los principales problemas y preocupaciones de los españoles.  Hay que tener en cuenta, además, que los líderes de los dos partidos con opciones de gobierno, PP y PSOE, tienen un largo pasado político, comparten esa misma valoración negativa y no despiertan ningún entusiasmo ni siquiera en sus propias huestes.
Un elemento importante para atraer el interés de los electores reside en las propuestas electorales. En la próxima campaña nadie duda que esas propuestas estarán centradas en el paro, la situación económica y la sostenibilidad del estado de bienestar. Los ciudadanos saben, porque tienen reciente experiencia de ello, que  pueden ser moderadas, rectificadas o impuestas por la Unión Europea y, en consecuencia, se acercarán a ellas en un clima general de escepticismo.
Se presume una campaña en la que el PSOE saldrá al ataque tensionando al máximo la situación al objeto de movilizar al electorado de izquierda que se encuentra desmotivado y desencantado. En juego está la participación. Sabe que una alta participación le beneficia y su estrategia electoral estará destinada a este fin. Su gestión de la crisis ofrece, sin embargo, puntos débiles en su retaguardia por donde penetrarán los contragolpes de un PP que, consciente de la ventaja que le otorgan las encuestas, tratará de mantener la misma haciendo una campaña de perfil bajo.
Será, en todo caso, una campaña marcada por la desafección hacia la política y los políticos, en la que, no obstante, soplan vientos de cambio. Los propios socialistas, lo dicen las encuestas, así lo creen.  De cualquier forma bien haría el PP en no descuidarse, ya que su intención de voto puede estar sobrestimada en las encuestas al aparecer como eventual ganador. El PSOE, en cambio, puede estar infravalorado al ser poseedor, en estos momentos, del voto vergonzante.

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