Este blog pretende ser el estetoscopio con el que auscultar lo que nos pasa. Lo advertía Ortega y Gasset cuando decía que lo que nos pasa a los españoles es que no sabemos lo que nos pasa. Despojado del falso ropaje de lo politicamente correcto, voy a auscultar, a pecho descubierto, cuanto acontece. Al hilo de la realidad percibida expondré ideas, opiniones o comentarios que deseo compartir o contraponer con los lectores. Vamos a intentar, entre todos, saber lo que nos pasa. Si estáis de acuerdo con este propósito bienvenidos a este foro que, desde ya, tambien es vuestro. Jesús Berzosa González.

domingo, 15 de abril de 2012

PACTO POR LA SANIDAD

Tras el anuncio del gobierno de reformas inminentes en la sanidad y la educación ha vuelto a la actualidad el pacto por la sanidad.
Estaba cantado. La ministra de sanidad, Ana Mato, en su primera comparencia en el congreso ya ofreció un pacto de Estado con autonomías y partidos políticos. Se trata, sin duda, de una muy loable intención. Pero los precedentes en esta cuestión no invitan al optimismo. El pacto por la sanidad formó parte de los programas electorales de los principales partidos en las elecciones generales del 2008. El Partido Socialista ganó las elecciones y el ministro  Bernat Soria ofreció a la oposición un pacto por la sanidad que tuvo su continuidad en sus sucesores: Trinidad Jiménez y Leire Pajín. A pesar de que en el tablero político el poder autonómico en la pasada legislatura era propicio, toda vez que se encontraba repartido casi a partes iguales entre los dos grandes partidos, el Partido Popular rechazó el pacto.
Pilar Farjas, hoy secretaria general del ministerio, en su etapa como consejera de sanidad en la Xunta de Galicia impulsó el llamado “cataloguiño”, un catálogo con el que la Xunta pretendía financiar solo los medicamentos más baratos. La medida fue recurrida por el ministerio de sanidad socialista ante el tribunal constitucional. Ahora, la Junta de Andalucía ha realizado una convocatoria de subasta de medicamentos con la que pretende ahorrar 200 millones de euros. Pues bien, el pasado día 2 el consejo de ministros decidió presentar ante el tribunal constitucional un conflicto de competencias.
Son solo botones de una
muestra que ponen de manifiesto el escaso interés de ambos partidos por el pacto. Es más, el Partido Socialista va a vertebrar, a buen seguro, de hecho ya lo está haciendo, una estrategia de oposición en torno a sanidad, educación y servicios sociales que considera patrimonio de la izquierda. Partido Popular y Socialista saben que el pacto no es posible y además para el PSOE es indeseable, en este momento, como anteriormente lo fue para el PP.
Pero la ministra Mato sabe también que la política, además del arte de lo posible, es  teatralización de las cosas y el ofrecimiento de un pacto a la  oposición a comienzo de la legislatura no deja de ser una magnífica puesta en escena. Recientemente, a propuesta de CIU y con el apoyo de la práctica totalidad de los partidos políticos se anuncia la creación en el Congreso de una subcomisión para estudiar las bases del pacto. Una forma como otra cualquiera de marear la perdiz durante toda la legislatura como ya sucediera en la anterior y, al tiempo, engrosar la cuenta corriente de los diputados. De ahí que es probable que se sigan formando comisiones o subcomisiones pero el resultado parece de antemano decantado.

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