Este blog pretende ser el estetoscopio con el que auscultar lo que nos pasa. Lo advertía Ortega y Gasset cuando decía que lo que nos pasa a los españoles es que no sabemos lo que nos pasa. Despojado del falso ropaje de lo politicamente correcto, voy a auscultar, a pecho descubierto, cuanto acontece. Al hilo de la realidad percibida expondré ideas, opiniones o comentarios que deseo compartir o contraponer con los lectores. Vamos a intentar, entre todos, saber lo que nos pasa. Si estáis de acuerdo con este propósito bienvenidos a este foro que, desde ya, tambien es vuestro. Jesús Berzosa González.

viernes, 1 de junio de 2012

ABORTO

A comienzos del presente año el PSOE afirmaba en el Congreso de los Diputados que desde que la venta de “la píldora del día después” se efectuaba sin necesidad de receta médica el número de abortos voluntarios había descendido por primera vez en 2009 desde el año 1.985.
La realidad, cito fuentes del propio Ministerio de Sanidad, es que el numero de abortos voluntarios en España no ha parado de crecer desde el año 2001 hasta alcanzar la cifra de 115.812 en 2.008. Descendió efectivamente en 2.009 (11.482) pero en 2010 volvió a crecer un 1,3% (113.031). No parece, por tanto que ni la venta sin receta de la píldora del día después ni la nueva ley de plazos del aborto, que entró en vigor el 6 de julio de 2010, medidas ambas adoptadas por el anterior gobierno socialista, tengan que ver en estas cifras. Habrá que esperar a los datos de 2011 para conocer su  impacto sobre el aborto.
Sin embargo, ya hay algún dato preocupante que indica que el número de abortos pueda estar aumentado. En 2010, un 35% de las mujeres que voluntariamente se habían sometido a un aborto lo habían hecho anteriormente en una o más ocasiones frente al 25% de 2.001.Este hecho pone de manifiesto una creciente banalización social del aborto y la no utilización o ausencia de métodos protectores eficaces frente al embarazo. La cuestión, al margen de consideraciones éticas o morales, es que la interrupción repetida de embarazo puede ocasionar problemas de infertilidad y comprometer, por ello, el porvenir genésico de estas mujeres.
 En Castilla y León, una de las regiones con más baja tasa de natalidad de España y de Europa, el sistema regional de salud tramitó el pasado año 348 interrupciones de gestación frente a 149 del año anterior. Lo que representa un 44% más y una inversión de 703.815 euros en esta prestación.
La crisis económica ha supuesto un serio frenazo a los incrementos progresivos de la tasa de natalidad que se venían observando en España desde 2002. A partir de 2.008 la tasa de natalidad ha experimentado un leve descenso. A ello contribuye el hecho de que el número de partos de mujeres extranjeras se ha estacionado en los dos o tres últimos años en torno al 20%. Solo la llegada de nuevas mujeres extranjeras a nuestro país permitiría remontar la situación, ya que la fecundidad de las mujeres extranjeras afincadas en España que era de 1,90 en 2.003 ha bajado a 1,64 en 2010 al adoptar pautas de comportamiento en la reproducción sexual semejantes a las mujeres españolas.
Son hechos y datos que al margen de cualquier consideración personal sobre el aborto merecen una reflexión. La política antinatalista y cortoplacista llevada a cabo por gobiernos de todo signo político en nuestro país al objeto de garantizar el estado de bienestar y evitar su impacto no solo sobre el déficit público por el coste directo de los programas de apoyo a la familia, sino también por sus efectos sobre la educación y la sanidad se ha venido abajo por efecto de la crisis y ahora no cabe esperar los efectos positivos a largo plazo que hubiera producido una política pronatalista como la mayor recaudación y contribución a la Seguridad Social.
  

  

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