Seis meses después de la llegada de Rajoy a la presidencia del gobierno son suficientes para constatar que Mariano Rajoy no solo no ha desarrollado las medidas que aseguró pondría en marcha si llegaba al gobierno, sino que ha emprendido acciones contrarias a las contempladas en el programa electoral y por las cuales el pueblo español le otorgó la mayoría absoluta para que, sin condicionantes de ningún tipo, pudiera llevarlas a efecto. Rajoy se ha excusado en que el déficit de las cuentas pública era superior al inicialmente previsto y ha encontrado en la herencia recibida el parapeto o burladero en el que refugiarse de las críticas recibidas. Pero Rajoy como presidente del gobierno, que lo es, debe asumir la responsabilidad del error de cálculo cometido y explicar por qué las recetas que en su día se dieron para acabar con el déficit no valen ahora cuando lo que cabía esperar era la aceleración y profundización de las mismas. Rajoy está sorteando la crisis y atajando el déficit con “pellizcos de monja” que, a la vista está, no están sirviendo para nada. El déficit público acumulado del Estado en los cinco primeros meses del año ha sido del 3,41% rozando el 3,5% previsto para el conjunto del año. En definitiva, improvisación tras improvisación frente a la planificación prometida. Seré, llegó a afirmar, un presidente previsible. Hoy, seis meses después es el arquetipo de la imprevisión. Ni antes Zapatero, que ni siquiera reconoció la crisis cuando ésta ya había comenzado, ni hoy Rajoy han entendido que la crisis en España no solo es económica, sino que también está en crisis el modelo de organización, estructura y funcionamiento que sustenta al Estado. Ya había advertido Ortega y Gasset que: “la España de antes y la de ahora tiene pocos hombres adecuados en el lugar adecuado”. Se trata de un modelo que ha servido mucho y durante mucho tiempo pero que está necesitado de una urgente revisión y puesta a punto. Y es que ni siquiera algunos conflictos surgidos en el ámbito de la convivencia como el del terrorismo y que otrora sirvieron como excusa para no hacerlo pueden sostenerse en la actualidad.
Este blog pretende ser el estetoscopio con el que auscultar lo que nos pasa. Lo advertía Ortega y Gasset cuando decía que lo que nos pasa a los españoles es que no sabemos lo que nos pasa. Despojado del falso ropaje de lo politicamente correcto, voy a auscultar, a pecho descubierto, cuanto acontece. Al hilo de la realidad percibida expondré ideas, opiniones o comentarios que deseo compartir o contraponer con los lectores. Vamos a intentar, entre todos, saber lo que nos pasa. Si estáis de acuerdo con este propósito bienvenidos a este foro que, desde ya, tambien es vuestro. Jesús Berzosa González.
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