Este blog pretende ser el estetoscopio con el que auscultar lo que nos pasa. Lo advertía Ortega y Gasset cuando decía que lo que nos pasa a los españoles es que no sabemos lo que nos pasa. Despojado del falso ropaje de lo politicamente correcto, voy a auscultar, a pecho descubierto, cuanto acontece. Al hilo de la realidad percibida expondré ideas, opiniones o comentarios que deseo compartir o contraponer con los lectores. Vamos a intentar, entre todos, saber lo que nos pasa. Si estáis de acuerdo con este propósito bienvenidos a este foro que, desde ya, tambien es vuestro. Jesús Berzosa González.

miércoles, 27 de julio de 2011

EL COPAGO SANITARIO

La reciente introducción del copago sanitario en Italia ha devuelto éste a la actualidad, que no al debate político, toda vez que los partidos mayoritarios se han mostrado en contra de su implantación en España. No se puede ignorar, sin embargo, que el copago es una recomendación de la Unión Europea ya implantado en la mayoría de los países miembros.


España tiene planteado un problema de sostenibilidad de su sistema sanitario a medio y largo plazo. Cierto es que hoy el Sistema Nacional de Salud (SNS) no corre peligro. Pero nadie puede sostener este aserto cuando se sabe que desde los años sesenta el gasto sanitario ha crecido por encima del  PIB y cuando se cree, dada la esperanza de vida existente, que los mayores de 65 años alcancen el 21% de la población en 2025.

Con todo, el copago no es ni lo más urgente ni lo más prioritario, pero tampoco puede ser la excusa para no hacer lo que el SNS necesita, que es una reforma estructural para garantizar su sostenibilidad.

El SNS, digámoslo en corto y por derecho, precisa de una mayor y mejor financiación pero no se pueden incorporar más recursos mientras no se demuestre capacidad para gestionar con eficiencia los dineros públicos destinados al funcionamiento del sistema. Ello implica, entre otras cuestiones, gestión profesionalizada, compromiso de los profesionales sanitarios con el mismo, reforma de su sistema retributivo (pagar por hacer y no por ser) y modificación  del copago farmacéutico en función del nivel de renta.

El SNS no dispone actualmente de una financiación regular y acorde con su nivel de prestaciones, siendo necesario establecer un catálogo de prestaciones básicas (el mismo para todas las Comunidades Autónomas) y al que se dote de financiación finalista que, en términos de porcentaje de PIB, esté en consonancia con los países de nuestro entorno (Alemania, Francia....)

Hay por tanto muchas y mejores cosas que hacer antes de introducir un nuevo recorte social como es el copago sanitario.
De cualquier forma en materia de recortes sociales, lo sabe bien Zapatero, no conviene decir nunca jamás porque la UE, al igual que el cartero, siempre llama dos veces.

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