Este blog pretende ser el estetoscopio con el que auscultar lo que nos pasa. Lo advertía Ortega y Gasset cuando decía que lo que nos pasa a los españoles es que no sabemos lo que nos pasa. Despojado del falso ropaje de lo politicamente correcto, voy a auscultar, a pecho descubierto, cuanto acontece. Al hilo de la realidad percibida expondré ideas, opiniones o comentarios que deseo compartir o contraponer con los lectores. Vamos a intentar, entre todos, saber lo que nos pasa. Si estáis de acuerdo con este propósito bienvenidos a este foro que, desde ya, tambien es vuestro. Jesús Berzosa González.

sábado, 19 de noviembre de 2011

DÍA DE REFLEXIÓN

Escribo estas líneas en el día previo a las elecciones. Un momento muy oportuno para reflexionar acerca de lo que ha sido esta campaña electoral que recién finaliza. Como cabía esperar, así se recoge en artículos colgados en este mismo blog, la campaña ha tenido un perfil bajo.
En esta ocasión el Partido Popular ni siquiera ha hecho apelaciones al voto de centro, quizás porque se considera en posesión del mismo. El Partido Socialista, por su parte, ha vuelto por donde solía, tratando de infundir el miedo a la derecha como ya hiciera desde los albores de la democracia. El pretendido debate en televisión, anunciado como único e irrepetible, entre Mariano Rajoy y Pérez Rubalcaba se centró casi exclusivamente en la crisis económica y las políticas sociales. Ciertamente, la crisis económica y los cinco millones de personas en desempleo es una cuestión de  especial preocupación de los ciudadanos.  Rajoy se mostró excesivamente cauto y prudente a la hora de formular sus propuestas y Pérez Rubalcaba se limitó a inquirir a su oponente sobre ellas,  consciente de que  las propias carecían de credibilidad por la gestión realizada. Previamente Ana Mato y Elena Valenciano habían cocinado un tongo de tomo y lomo de muy difícil digestión. Solo faltó que al final del debate ambos contendientes se propinaran los mismos arrumacos y mimos que días más tarde protagonizaron Chacón y Rubalcaba.
En estas estábamos cuando llegó Felipe González. Un expresidente de gobierno. Otra vez un expresidente. En esta ocasión afirmando que Mariano Rajoy no va a poder afrontar los problemas si llega al gobierno por ese carácter de dejar pasar y no resolver los asuntos.
En 1958, el cardenal Heenan, a la salida del cónclave que eligió al cardenal Roncalli (Juan XXIII) como Papa, manifestó que le habían elegido porque era un hombre muy viejo  cuyo principal destino era hacer cardenal a Mons. Montini (después Pablo VI) para poder ser elegido Papa en el próximo cónclave y, al tiempo, vaticinó un pontificado breve y sin sorpresas. Poco tiempo después (1961) Juan XXIII, desde la basílica de San Pablo de Extramuros, sorprendía al mundo y a la propia Iglesia convocando un Concilio.
Si mañana se confirman las encuestas, Mariano Rajoy, el hombre tranquilo, será elegido Presidente del Gobierno de España. Cabe preguntarse si de una persona que ha hecho de la certidumbre un valor se pueden esperar o no grandes sorpresas. El tiempo lo dirá. En cualquier caso, alea jacta est.

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