Este blog pretende ser el estetoscopio con el que auscultar lo que nos pasa. Lo advertía Ortega y Gasset cuando decía que lo que nos pasa a los españoles es que no sabemos lo que nos pasa. Despojado del falso ropaje de lo politicamente correcto, voy a auscultar, a pecho descubierto, cuanto acontece. Al hilo de la realidad percibida expondré ideas, opiniones o comentarios que deseo compartir o contraponer con los lectores. Vamos a intentar, entre todos, saber lo que nos pasa. Si estáis de acuerdo con este propósito bienvenidos a este foro que, desde ya, tambien es vuestro. Jesús Berzosa González.

sábado, 12 de noviembre de 2011

IGUALDAD, MÉRITO Y CAPACIDAD

Conseguir un puesto en la administración pública ha sido y sigue siendo el anhelo de jóvenes y no tan jóvenes que creen encontrar en el mismo un futuro de estabilidad laboral, personal y familiar.
Pero nunca como  ahora se ha producido una tan  flagrante conculcación de los principios constitucionales de igualdad, mérito y capacidad en el acceso de un puesto de trabajo en la administración pública. El elevado paro existente ha añadido, aún más si cabe, una especial gravedad a esta cuestión.
Y es que la descentralización administrativa, consecuencia del la culminación del proceso de transferencias, ha hecho de las lenguas vernáculas un serio obstáculo para el acceso a una plaza de todos los españoles en condiciones de igualdad. Pero además, ha posibilitado que el ámbito de decisión en materia de personal sea muy próximo al ciudadano, lo que resta independencia en la toma de decisiones y constituye a su vez un medio de cultivo excelente en el que prolifera y se multiplica el nepotismo, el amiguismo y el enchufismo.
No resulta extraño, por tanto, que en este contexto se anuncien convocatorias de plazas que dibujan perfiles que se ajustan como anillo al dedo al de la persona a la que va destinada la plaza,  exámenes ad hoc u otras fórmulas que persiguen un único y mismo fin: colocar al primo, al amigo o al conocido.
La situación es tal que es raro, aquí pueden ponerse los raros que se quiera, la convocatoria de una plaza sin “bicho”, que es como en el argot de los eternos aspirantes se conoce a la plaza que tiene predestinada la persona que va a ocuparla.
Estamos, como se sabe, en plena campaña electoral y no parece que la vulneración de estos derechos constitucionales, quizás porque es un hecho consuetudinario en las distintas administraciones con independencia del color político que las gobierna, preocupe a los partidos políticos a excepción del Partido Popular que ha incluido en su programa electoral la centralización de las oposiciones en materia educativa.
Y sin embargo, es algo que tiene mucho que ver con la calidad democrática de un país y su incumplimiento nos aleja de los países más avanzados en democracia.
Al tiempo, nuestros jóvenes, una de las generaciones mejor formadas, sumidos en la desesperanza se ven abocados al éxodo de un país que no solo se muestra incapaz de generar oportunidades, sino también de garantizar el acceso a las mismas en condiciones de igualdad.
*Foto extraída de www.coleccionismo.planetadirecto.com

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