Este blog pretende ser el estetoscopio con el que auscultar lo que nos pasa. Lo advertía Ortega y Gasset cuando decía que lo que nos pasa a los españoles es que no sabemos lo que nos pasa. Despojado del falso ropaje de lo politicamente correcto, voy a auscultar, a pecho descubierto, cuanto acontece. Al hilo de la realidad percibida expondré ideas, opiniones o comentarios que deseo compartir o contraponer con los lectores. Vamos a intentar, entre todos, saber lo que nos pasa. Si estáis de acuerdo con este propósito bienvenidos a este foro que, desde ya, tambien es vuestro. Jesús Berzosa González.

martes, 14 de febrero de 2012

CÉNTIMO SANITARIO EN CASTILLA Y LEÓN

Se cumplen, ahora, diez años de las transferencias sanitarias por parte del Estado a las Comunidades Autónomas. En este tiempo, Castilla y León ha experimentado una importante transformación sanitaria. Los más de 1.600 millones de euros invertidos e la adecuación y modernización de las infraestructuras sanitarias ha permitido poner fin a largos años de incuria en esta materia. Pero con las transferencias sanitarias el sistema regional de salud (SACYL) ha heredado algunos de los males que venía padeciendo el INSALUD: excesiva burocratización e insuficiencia financiera, cuestiones que con la crisis económica se han hecho, si cabe, aún más evidentes.
Ni los sucesivos modelos de financiación ni soluciones coyunturales, como la aportación extraordinaria para la sanidad de la conferencia de Presidentes del 2.005, han conseguido evitar el déficit sanitario que en la actualidad alcanza los 15.000 millones de euros en el conjunto del sistema sanitario nacional de salud. En estas circunstancias, la implantación del céntimo sanitario por parte del gobierno de Castilla y León, como anteriormente lo hicieran otra Comunidades Autónomas, además de la incertidumbre jurídica que rodea su aplicación en el ámbito de la Unión Europea, no es sino un impuesto recaudatorio más con el que aliviar el descenso de los ingresos a consecuencia de la crisis, pero que no servirá ni siquiera mínimamente para solucionar la financiación sanitaria.
De ahí que la dificultad por la que atraviesan las Comunidades Autónomas, diez años después de haberse completado el mapa de las transferencias sanitarias, los recortes que en esta materia vienen aplicando, las desigualdades en el acceso a las prestaciones, como lo prueba la inexistencia de un calendario vacunal pediátrico común, sean un motivo de especial preocupación para los ciudadanos. El último barómetro del CIS como pone de manifiesto que la sanidad se ha convertido ya en la cuarta preocupación para los españoles, solo detrás del paro, la situación económica y la clase política. Así las cosas, no resulta extraño que algunos ciudadanos, especialmente los  de Comunidades con menos sentimiento autonómico o regionalista, empiecen a pensar que sería deseable que el Estado recupere las competencias sanitarias Si embargo, el problema radica no tanto en la competencia como en la capacidad. Tenemos, así está reconocido, uno de los mejores sistemas sanitarios del mundo pero para hacerlo sostenible es necesario una más y mejor financiación. La cuestión es saber si ello es posible en un país en el que el gasto sanitario sigue creciendo más que la economía.
* Foto extraída de www.leon24horas.com

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